 Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para convertir a nuestro hijos en buenos lectores.
Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para convertir a nuestro hijos en buenos lectores. Convencidos del importantísimo papel que juegan los padres en el hábito del lector de sus hijos, desde aquí queremos invitar a padres, hermanos y abuelos a compartir tiempo leyendo, disfrutando del televisor apagado, con un libro entre las manos. Libros para leer en silencio o para leer juntos; para leérselos a ellos o para que ellos os los lean a vosotos; libros para comentar, para imaginar y aprender juntos; para leerlos enteros o en parte, para hojear y ojear -con y sin h-.
¡Felices lecturas en familia!
DECÁLOGO PARA PADRES
10 prácticos consejos
para crear buenos lectores
1. Dar ejemplo.
Las personas adultas somos un modelo de lectura para los niños. Leamos delante de ellos, disfrutemos leyendo.
2. Escuchar
En las preguntas de los niños está el camino para seguir aprendiendo. Estemos pendientes de sus dudas.
3. Compartir
El placer de la lectura se contagia leyendo juntos. Leamos cuentos, contemos cuentos.
4. Proponer, no imponer
Es mejor sugerir que imponer. Evitemos tratar la lectura como una obligación.
5. Acompañar.
El apoyo de la familia es necesario en todas las edades. No los dejemos solos cuando aparentemente saben leer.
6. Ser constantes
Todos los días hay que reservar un tiempo para leer. Busquemos momentos relajados, con buena disposición para la lectura.
7. Respetar
Los lectores tienen derecho a elegir. Estemos pendientes de sus gustos y de cómo evolucionan.
8. Pedir consejo
El colegio, las bibliotecas, las librerías y sus especialistas serán excelentes aliados. Hagámosles una visita.
9. Estimular, alentar
Cualquier situación puede proporcionarnos motivos para llegar a los libros. Dejemos siempre libros apetecibles al alcance de los niños.
10. Organizarse
La desorganización puede estar reñida con la lectura. Ayudémosles a organizarse: su tiempo, su biblioteca…
"Lo más importante que podemos hacer como padres es leer con nuestros hijos desde un principio y con frecuencia. La lectura es el camino seguro hacia el éxito en la escuela y en la vida. Cuando los niños aprenden a amar los libros, aprenden a amar el aprendizaje".
Laura Bush
IDEAS PARA LEER JUGANDO
El juego de las voces
Cualquier cuento por pequeño que sea puede transformarse en un juego de 
voces y ruidos. A los más pequeños les encanta escuchar los cambios de 
tono: las voces agudas, las graves, las que imitan a los niños, a una 
bruja, los sonidos del agua, del viento, de los animales… Así aprenden a
 identificar a los distintos personajes: los buenos, los malos, los más 
jóvenes o los más ancianitos. ¡Lo cierto es que cualquier elemento 
creativo captará su atención!
(De 0 a 8 años)
Dibuja la historia
Sólo se necesitan lápices de colores, cartulinas y un narrador. El juego
 consiste en que los niños y niñas representen las distintas secuencias 
del cuento: el principio, el nudo y el desenlace. Pueden hacer tantos 
dibujos como quieran, lo importante es dejar libre su creatividad. 
Además, observando sus dibujos se pueden aprender cientos de cosas: lo 
que más llama su atención será lo más grande, lo que menos le gusta lo 
omitirá o será muy pequeñito… ¡Les encantará tener sus propias 
ilustraciones de los cuentos!
(De 3 a 8 años. A partir de los 5-6 años también 
se puede proponer que escriban pequeños textos al pie de los dibujos, 
así ellos serán los creadores de sus propios cuentos). 
Haciendo teatro
Es hora de sacar del baúl de los recuerdos: un sombrero, unos guantes, 
collares de plástico, cinturones o un chaleco. Cualquier ropa antigua 
será el perfecto disfraz, también ayudará un set de maquillaje infantil 
para caracterizar unos bigotes, una cicatriz o unos coloretes. 
¡Representarán su cuento favorito!
(De 5 a 8 años. A partir de los 7 años también 
se puede proponer que escriban un pequeño guión para adaptar la historia
 del libro).
El "superdetective"
Si lo que se quiere es desarrollar su atención, sólo hay que proponerles
 que sean un “súper detective”. El juego consiste en buscar pistas 
secretas: pueden ser colores, palabras que empiecen por la “A”, la “B”, 
palabras en plural, en femenino, en masculino, palabras que se escriben 
con “H”. Puede establecerse un límite de tiempo o de palabras y al final
 pensar en una gran recompensa… ¿Qué tal su postre favorito? ¡Es 
fantástico para la ortografía, el vocabulario y el lenguaje!
(De 7 a 12 años. Cada detective tiene que tener 
su propia libreta de detective y un bolígrafo para poder anotar todas 
las pistas. Si participan varios niños, cada uno puede utilizar un 
bolígrafo de un color diferente)
Inventando otro final
Seguro que hay algún libro con un final poco divertido, así que la 
solución es tratar de inventar entre toda la familia el desenlace 
perfecto. Cada uno aporta su idea y entre toda la familia se decide que 
“trocito de historia” es el mejor. Es una forma de conversar sobre un 
libro: los personajes, el contexto, las distintas situaciones, etc. El 
juego se puede complicar en función de la edad de los participantes.
(De 5 años en adelante. Este juego no tiene edad y seguro que hay cientos de finales para modificar).
Porque a ser un buen lector se aprende leyendo...
ENLACES INTERESANTES
... para seguir aprendiendo
Para comprender:
Para intercambiar:
Para descubrir:
Para siempre:
- Un cuento para cada ocasion
- Leer en vacaciones
- La biblioteca familiar y la biblioteca personal
- Actividades bilingüies y juegos para niños
 


 
 
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